Conoce sobre las fases sensibles y el tren perdido

Empezamos por lo primero, ¿Qué son las fases sensibles?

Las fases sensibles son las etapas de mayor ‘entrenabilidad’, es decir, de mejor adaptación para las capacidades de condición física y coordinación (Weineck, 1988) a las que puede llegar la persona.

La teoría de las fases sensibles fue propuesta por R. Winter y D. Martin, tratándose de unos periodos favorables, durante el desarrollo de los niños y adolescentes, para reforzar los factores determinantes del rendimiento deportivo.

Las fases sensibles en el desarrollo de las capacidades físicas básicas

Las capacidades físicas básicas pueden definirse como “los presupuestos motrices de base sobre los cuales el hombre y el deportista desarrollan las propias habilidades técnicas, y que son la fuerza, la resistencia, la velocidad y la flexibilidad”. (Zatziorskij, 1974).

Fases sensibles en fuerza:

  • La potencia se puede estimular desde los 8-12 años y siempre con esfuerzos de baja sobrecarga y velocidades de ejecución elevada.
  • La fuerza resistencia se puede estimular desde los 8-12 años y también con esfuerzos de baja sobrecarga, pero con elevado número de repeticiones
  • En estas edades el incremento de la fuerza se basa en la mejora de la coordinación intra e intermuscular, no en hipertrofia.
  • La coordinación inter-muscular tiene una fase sensible entre los 11 y 13 años
  • El aumento de la sección transversal de la fibra muscular se inicia a partir de la pubertad.
  • El enfoque en el trabajo de la fuerza máxima se puede dar entre los 17 – 19 años
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Fase sensible en velocidad:

  • El momento de mayor aprovechamiento para el desarrollo de la velocidad de reacción y velocidad cíclica va desde los 6-7 años a los 11-12 años.
  • Para el desarrollo de la velocidad gestual, velocidad a cíclica, la capacidad de aceleración y la velocidad máxima está en la fase:
    • Para niños: desde los 8 a los 14-15 años.
    • Para niñas: desde los 8 a los 11-12 años.

Fases sensibles en resistencia:

  • La resistencia aeróbica al ser una capacidad de baja intensidad, se puede estimular a partir de los 5 años.
  • La aportación energética por vía aeróbica es positiva a partir de los 8 años
  • La fase sensible concreta no comienza hasta la pubertad, momento en el cual existen los requisitos para una verdadera efectividad de esta capacidad (obteniendo valores de VO2 Max absolutos  entre 15-18 años y de VO2 relativos entre 11-13 años).
  • Para la resistencia anaeróbica, está siempre se podrá entrenar después de la pubertad y requiere necesariamente una buena base aeróbica.

Fases sensibles en flexibilidad:

  • Los métodos pasivos pueden ser validos desde los primero años de vida hasta la pubertad.
  • Al momento de utilizar métodos activos, se puede encontrar que la fase sensible se sitúa:
    • En niños: desde los 8 a los 12-13 años
    • En niñas: desde los 8 a los 11-12 años

Las fases sensibles teniendo en cuenta el desarrollo motor y las habilidades de movimiento

Las habilidades motrices básicas se pueden considerar como habilidades motrices comunes a todos los niños durante su desarrollo (Knapp, 1979). Siendo estas habilidades motrices básicas (HMB), el cimiento sobre las cuales se desarrollaran los aprendizajes de acciones cada vez más complejas, como ya lo serían las acciones de la técnica deportiva.

El siguiente cuadro, muestra la relación de las fases del desarrollo motor estableciendo las edades en las cuales se puede dar cada una de estas.

El “Tren Perdido”

Muchos autores (Hahn, 1988; Volkov y Filin, 1989; Matveev, 1991; Zatsiorski, 1990; Harre, 1983) hablan de la “ley del tren perdido”, para referirse a que el tiempo no aprovechado en un período sensible, de una capacidad motriz, no siempre se recupera y que ‘perdido un tren’ no se puede tomar el siguiente, esperando el mismo efecto adaptativo.

Teniendo en cuenta lo anterior, entendemos que es necesario generar diferentes estímulos en varias fases sensibles, con el fin de tener el máximo desarrollo posible de la persona en crecimiento, clasificando de manera objetiva el momento adecuado y el tipo de estímulos que se quieran aplicar, entendiendo también el contexto sociocultural de la población en particular.

“Lo que no se hizo a los 10-12 años es irreversible intentar lograrlo más adelante” J. De Hegedus

Reflexión

Estas fases sensibles serán de gran importancia para orientar mejor el proceso de formación deportiva, de una forma en la cual tenga mejor aprovechamiento y ganancia nuestros entrenados, siendo desde esta formación, la base para poder optimizar otras características cuando nuestros deportistas pasen a estar en un proceso de iniciación deportiva y puedan llegar de mejor forma a la especialización, con un buen desarrollo desde las capacidades coordinativas y las capacidades físicas, lo cual realmente generara un aporte positivo hacia el aprendizaje y desarrollo de las habilidades específicas para un deporte en particular.

Referencias:

Mazzone J. (2016) Fases sensibles. Recuperado de https://es.slideshare.net/javimazzone/fases-sensibles-64353832

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